Estoy sordo, ronco, tengo la garganta irritada, congestión nasal, tos y estornudos… Siendo honesto, lo que más me molesta es la tos… Me interrumpe cuando trato de hablar… No me deja dormir, ni deja dormir a mi esposa Yokasta… Es molesto para el que está cerca y hasta te miran como tienes Ébola…. Pero imagina que sólo trate de mejorar mi tos… Sólo tengo que mantener una temperatura tibia en mi garganta, comer caramelos mentolados, incluso frotar mentol en mi espalda, pecho y garganta… El asunto es que la causa de mi molestia no es la tos, es el resfriado… La tos es un síntoma, pero la enfermedad es el resfriado…

      En muchas ocasiones me ha tocado conversar con personas que están totalmente decididos a eliminar síntomas en su vida… “Estoy decidido a dejar de saltar de relación en relación…”, eso es un síntoma y la enfermedad puede ir desde tratar de aliviar el dolor del abandono hasta tu inseguridad de no sentirte capaz de ser independiente, hasta que eres muy egoísta y sólo te importa satisfacer tus deseos aún cuando vayan en detrimento de otros…
      “Voy a comenzar a rebajar… “, siendo la gordura un síntoma y la enfermedad ir desde glotonería hasta un desbalance químico adquirido por no tener autocontrol o hasta el intento de llenar algún tipo de vacío interior o hasta tratar de calmar la ansiedad…

      Los síntomas son fáciles de reconocer… Se ven… Se oyen… Las enfermedades, en cambio, necesitan el diagnóstico de un profesional… 
      Para la enfermedad del cuerpo, un doctor… Para la enfermedad del alma, Jesús… 
      Atrévete a conversar con Dios… Pregúntale cuál es la causa de tu síntoma… Tu sentido de soledad, amargura, tristeza, abandono, compulsividad, enojo… Pregúntale ahora mismo… Haz una pausa… Tranquiliza tu mente y tu alma… Visita con sinceridad tu corazón y formula esa pregunta que por tanto tiempo haz querido hacer… 

      Los doctores tienen nombre para las enfermedades, pero Jesús tiene el nombre y la cura de ellas… y si hoy en sinceridad lo hiciste esa pregunta que guardas en un rincón de tu alma, aún cuando no hayas escuchado nada, ni aparentemente tenido respuesta, haz tomado la primera dosis de la cura para tu enfermedad… Restablecer tu relación con tu padre celestial.

      Deja de atacar síntomas… Deja de ir a curanderos… Ven a Jesús en oración de manera regular… Pregunta a alguien como leer Su Palabra y reúnete en una comunidad de fe… Tu salud emocional y puede que hasta tu salud física… Pero sobre todo tu salud espiritual está más cerca de lo que piensas…

      JUST SAYING!!!

      Si vives en Boston y no tienes una comunidad de creyentes con quien reunirte (“Iglesia”), te invitamos a que nos visites en “Connected Lives” (Vidas Conectadas). Estamos estudiando la vida de los 12 Apóstoles en la serie: “Los 12 Apuéstoles: Apuéstoles que todos podemos ser seguidores de Jesús…” Nuestras reuniones son en las casas, todos los viernes a las 7:30p.m. Si quieres que te visitemos y hagamos una reunión en tu casa, sólo déjanos saber… Será un honor servirte. Más información: 617-318-7422 y 617-407-2381. 

      Este próximo viernes 10 de octubre, estaremos en: 735 Shawmut Ave. Apt. 512. Roxbury, MA 02119, finalizando la Serie “Los 12 Apuéstoles”… No te lo quieres perder…

      Ven y hagamos vida juntos… Seamos la Iglesia…
      Hi, I’m David Pimentel

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